19 Enero 2019 - Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
La Mujer vestida del Sol, mi manto de oro, representa la realeza, la gloria y el poder del Hijo de Dios. Mi Doloroso e Inmaculado Corazón es la señal del Apocalipsis. Mi vestido blanco representa la Eucaristía. Estoy unida al Corazón Eucarístico de mi Hijo y Señor. Soy toda Hostia para Él y Él con su Reinado Eucarístico me viste de Sol.
Mi Corazón es Inmaculado porque no tiene mancha, porque fui preservada por Misericordia Divina del pecado. Soy Inmaculada por mérito de Jesucristo. Soy Inmaculada unida a su misión Redentora. Mi Corazón es Doloroso, porque una espada, el sacrificio de mi Hijo en la Cruz, atravesó mi Corazón. El dolor lo causaron los pecados de toda la humanidad. Soy Dolorosa en referencia a ustedes. La espada que atraviesa mi Corazón son los pecados de los hombres.
Las Tres Rosas: la Rosa blanca representa a Dios Padre y es un llamado a la oración incesante; la Rosa roja representa a Dios Hijo y es un llamado al sacrificio y a la penitencia; la Rosa dorada representa a Dios Espíritu Santo y es un llamado a la santidad de la vida, a ser fieles a la misión que cada uno tiene por designio de Jesús. Mi Corazón es entonces Sagrario y Trono de la Santísima Trinidad.
La gota de sangre que nace de mi Corazón, y se detiene en la punta de la espada, es mi dolor, es mi pasión espiritual. Mi Hijo al derramar su Sangre, derramó la Sangre que tomó en mi vientre. Y la Llama de Fuego que corona mi Corazón es el amor, principio eterno, es el Fuego de Misericordia. El título, Doloroso e Inmaculado Corazón de María, es un atributo universal, que quiere decir que soy Corredentora, que soy el puente entre Dios y ustedes, mis hijos, que soy el camino que la humanidad tiene para llegar al Corazón de mi Hijo. Y deseo que en el mundo entero se propague mediante los cenáculos de oración la devoción a mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
¡Escuchen a vuestra Madre! ¡Comprendan que quiero vuestra salvación! ¡Que el mundo entero acoja esta devoción que mi Hijo Jesucristo envía para estos últimos tiempos! Y con mi Doloroso e Inmaculado Corazón los bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
