Gestación Espiritual en el Vientre de María y Consagración a su Corazón

Índice


Gestación Espiritual en el Vientre de María 

Introducción 

Corazón Doloroso en Inmaculado de MaríaEn estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, donde el Diablo tiene cada vez más poder porque se lo hemos otorgado la humanidad, Dios ha procurado una ayuda especial para el hombre, a través de Su Madre. En los Llamados de Amor y Conversión recibidos por Manuel de Jesús, se desgrana cuales son las fases que debe seguir un bautizado para acogerse a esta Arca de Salvación que es el Corazón Doloroso en Inmaculado de María. 

El primer paso para acogernos a nuestra Madre es nacer de María, esto es la "Gestación Espiritual en el Vientre de María". Este es un paso previo, en el cual en el Vientre de María, la Madre nos prepara para acogerla, nos purifica, nos limpia, nos moldea, nos habla de su vida, nos habla de ella para que nos enamoremos de Ella. Y una vez que hemos pasado esa formación escondidos en su Vientre pasamos a la Consagración. En la Consagración es cuando ya nos acogemos al Corazón de María, ¿Y porque a su Corazón? Porque en el corazón es donde está lo profundo de la persona, no es sólo decir me consagré, es acoger a María en el corazón, es vivir a María, es imitar a María, es encarnar a María en la tierra con nuestro testimonio. Acoger a María con el corazón profundo no sólo es decir soy Mariano, es decir "soy María" e imito a mi Madre en todo. Esa es la diferencia entre ser un devoto y ser de María. 

En este artículo analizaremos estas dos fases o etapas por las que cada miembro del Apostolado debe pasar: la Gestación en el Vientre de María, que es realmente una preparación, una gestación, para posteriormente, realizar una Consagración total a María, un acogernos en su Corazón para vivir en plenitud la espiritualidad Montfortiana que es la base de nuestro Apostolado. Tanto la Gestación en el Vientre de María como la Consagración a María están fundadas en este espíritu de Montfort. En la sección dedicada a la Consagración, primeramente vamos a explicar de forma general, lo que es una Consagración en sí y veremos que la Consagración fundamental de un cristiano es el propio Bautismo. Después nos centraremos en la Consagración al Corazón de la Virgen María.

Gestación en el Vientre de María

Gestación Espiritual en el Vientre de María A principios del 2014, la Virgen María comunicó a Manuel de Jesús, que llevara una libreta aparte para copiar todo lo que entre febrero y junio del año 2014 le iba a dictar. El contenido de esa libreta debería llamarse Gestación Espiritual en el Vientre de María

Todos los mensajes de esta época van encaminados a explicar por parte de Nuestra Madre como los miembros del Apostolado deben de nacer de María y cómo hacerlo. 

« ¿Quieren parecerse a Jesús? Nazcan de Mí. Yo fui el agua y la harina que hizo el Pan de Vida. » 

Este es un llamado para sumergirnos en el Vientre de la Madre María, para formarnos en su Vientre, para vivir en su Vientre y viviendo en su Vientre, ser como niños, depender totalmente de la Madre, para vivir totalmente en su Hijo y cuando Ella nos dé a luz, dice San Luis De Montfort: « tendrán estos hijos de María, la cruz en su mano derecha, el Rosario en su mano izquierda, la Palabra de Dios en su boca y en su corazón la Llama de Amor del Espíritu Santo.  »

Si queremos ser apóstoles, debemos primero ser hijos de María, sumerjámonos en el Vientre de María, escondámonos en el Vientre de María y que nada ni nadie nos separe de la madre, para que con la Madre conozcamos al Hijo y el Hijo nos enseñe al Padre en la luz del Espíritu Santo. 

Este "nacer de nuevo" es bíblico y ya lo anticipó Jesús en el Evangelio en su diálogo con Nicodemo (Jn 3): 

« Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él». Jesús le contestó: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?». Jesús le contestó: «En verdad, en verdad te digo: El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. » 

La Gestación Espiritual en el Vientre de María es un proceso que se inicia 23 días antes de la fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora. Esta pequeña Obra Mariana está compuesta por 23 Meditaciones dictadas por el Cielo, por lo que cada día se medita un Mensaje. Hay que  acompañar esta meditación diaria de los mensajes  con la lectura de la Palabra de Dios y la oración, especialmente, por el Santo Rosario que nos une a María, que nos prepara y transforma, desde la con­templación de la Vida de Jesucristo a la luz del Corazón de la Madre. 

¿Por qué 23 meditaciones? Son 23 meditaciones, porque 23 son los Cromosomas que humanamente aporta cada miembro de la pareja al hijo. En total el ser humano tiene 46 cromosomas, 23 de ellos son aportados por el padre y otros 23 por la madre. En el caso de Jesús, María le entregó todo su ser, sus 23 cromosomas propios y además otros 23 de forma sobrenatural y por intervención Divina ya que Jesús fue engendrado en Gracia. 

El 7 de Abril del 2014 el Sagrado Corazón de Jesús explica esta entrega total de María para conformar a Jesús:

« La Sangre de mi amada Madre, es mi Sangre. Su Carne Inmaculada es mi Carne. Y cuando me toman en la Sagrada Comunión comen mi Carne y mi Sangre, Carne de mi amada Madre y Sangre de mi amada Madre. » 

Al finalizar este periodo de 23 días, de leer, meditar y hacer vida estas enseñanzas, haciendo el Santo Rosario diario, confesándonos, re­cibiendo a Jesús diariamente en la Sagrada Eucaristía y vivien­do a plenitud la Santa Misa, se hace la oración para consagrarnos al Vientre Purísimo de María. Es importante hacer una buena confesión antes de consagrarnos y haber participado devotamente de la Santa Misa y recibido a Jesús Eucaristía. Aunque hablemos de consagración y al final de este proceso, haya una fórmula de consagración de San Luis de Montfort (diferente a la fórmula de consagración tradicional revelada en el Tratado de la Verdadera Devoción del Santo francés), este proceso es más una gestación como hemos explicado con anterioridad y es diferente a la Consagración Mariana de 33 días de San Luis de Montfort, es un paso previo a vivir en plenitud la Consagración Montfortiana.

La consagración como un apóstol de los últimos tiempos llama a resguardarse en el Cenáculo Escondido, en el Amor de Dios, que es el Santo Vientre de María.
El Cenáculo en el Purísimo e Inmaculado Vientre de la Santísima Virgen María


Meditaciones sobre la Gestación Espiritual en el Vientre de María

En las siguientes secciones, meditaremos y reflexionaremos a la luz de los aspectos más relevantes que se recogen en las 23 meditaciones del Material.

El Pecado Original y la Inmaculada Concepción de la Virgen María 

El Pecado Original 

El Pecado Original, comenzó con la desobediencia de Adán y Eva, una desobediencia a la Ley de la Vida y que tras el engaño de la serpiente trajo consigo la concupiscencia en la forma de tener hijos. Este pecado fue el inicio de una cadena que se extiende hasta nuestros días, en la que el pecado nos afecta a tres niveles: 

    El Pecado Original de Adan y Eva
  • Perdemos la Comunión con Dios 
« Mi querido hijo, cuando Adán y Eva fueron tentados y cayeron en la tentación movidos por el no-amor a Dios y a sus órdenes, cayeron en la desgracia de perder la comunión con Dios. Cuando un alma peca y cede a la tentación, pierde su comunión con Mi Padre. » 

  • Perdemos la Comunión con el Hermano: el pecado, que en última instancia es falta de amor a Dios y a los hermanos, produce el odio, el rencor, la envidia, el egoísmo… 
  • Perdemos nuestra unidad interior: el pecado nos rompe por dentro a nosotros mismos al perder la vida de la Gracia.
« Bien sabéis que desde cuando el pecado entro en el mundo, desde cuando el pecado entro en el corazón del hombre, hay muerte, tristeza y aflicción » 

La Inmaculada Concepción 

Los días 26 y 27 Febrero de 2014 la Virgen María explica cómo era necesario que fuera preservada del Pecado Original para ser el Primer Sagrario: 

« El seno de mi Madre Ana, al formarme según la carne, fue col­mado del Divino Espíritu Santo, actuó desde que yo estaba en el Vientre de mi Madre Ana y así poder liberarme de la esclavitud del pecado original, para que mi Alma no fuera manchada y así poder librar al Hijo de Dios de los pecados porque ¿Cómo iba a ser posible que Dios Nuestro Señor se manchara y contaminara? » 

Toda la humanidad descendiente de nuestros primeros padres, nace con el Pecado Original, que se propaga evolutivamente a través de la herencia genética (las cadenas de ADN). La Virgen María no iba a ser menos, pero por la Gracia de Dios, el Espíritu Santo actuó en el momento de su Concepción para eliminar toda impureza de sus cadenas genéticas provenientes de sus ancestros, hasta el origen, es decir el momento en que comenzó a propagarse el Pecado Original. 

« Por eso yo fui preservada de toda mancha desde mi Primer Instante natural, desde mi ser primero, el Espíritu Santo actuó allí para limpiar mis cadenas genéticas y mis líneas ancestrales para que yo no quedara manchada. Por eso el Espíritu Santo actuó en el Misterio de mi Concepción, de mi Inmaculada Concepción, el Espíritu Santo me colmó, me llenó, me santificó. "Ave Llena de Gracia fue el Saludo de la Santísima Trinidad", Ave Llena de Gracia, no por mí, sino por la Misericordia de mi Padre, no por mis méritos, sino por la Misericordia de mi Padre; así que yo soy la Llena de Gracia porque me abrí a la Acción del Espíritu Santo. »

La Propagación del Pecado 

Para entender el porqué en la época actual, cada día el pecado se hace más y más grande, hay que tener en cuenta dos factores: 

1. Todos estamos interconectados a través de las fuerzas de la naturaleza y de la física y nuestras acciones, si no están sujetas a la Divina Voluntad, siguen la ley de la inercia, de modo que el pecado arrastra al pecado, en un efecto dominó. 

Tal y como nos indicaba el Sagrado Corazón de Jesús el 8 de Marzo de 2018

« El pecado es un movimiento, es un acto que arrastra a otros pecados de tal forma que ¡toda la humanidad está contaminada! porque un pecado da origen a otro pecado. » 

« Cada pecado es un movimiento. El pecado no se estanca, crece, crece mucho, y contamina, y mata por donde pasa. 

El mundo está contaminado y por el pecado está muerto en el espíritu. Porque los pecados se multiplican, es una cadena continua, y el pecado mismo atrae la desgracia, porque la paga del pecado es la muerte, el dolor y la desgracia. » 

2. La segunda causa de la degradación moral de nuestras sociedades y de que el pecado se extienda cada vez más, es el olvido de la Santificación del Matrimonio y la familia como núcleo de toda raza y nación, así como la desacralización de los Sacramentos. Fuera del matrimonio bendecido por Dios, los hijos nacen en No-Gracia y a través de la herencia genética, el pecado se propaga de forma mucho más acusada, sin la ayuda y el auxilio de la Gracia de Dios, extendiéndose de generación en generación. Dios Padre en el Llamado de Amor y Conversión del 20 de Julio de 2016 nos indica la importancia vital de la familia en la protección contra el pecado: 

« Nuestro Amor Trinitario así como fue a buscar a Abraham, así busca ahora al hombre, y acercándose al hombre busca a la familia, núcleo de toda raza y nación; y si esta base que es la familia está bendecida y consagrada a Mi, toda raza y pueblo será santo y vivirá en Mi Presencia; pero, si esta base está en adulterio, fornicación, y pecado, todo vuestro pueblo vivirá esclavizado en pecado y contaminará muchas generaciones, ocasionando que las nuevas generaciones cometan pecados más graves. Por eso, pequeño Elías, llamo a este pueblo para que con decisión y firmeza corten toda cadena de pecado con la Sagrada Sangre de Mi Hijo Sacrificado. De una familia santa nacerá un pueblo santo; pero de una familia en pecado nacerá un pueblo en pecado y ésta es la desgracia de esta generación. Familia es hombre, mujer, e hijos bendecidos por la Iglesia y los Sacramentos; todo lo demás fuera de ése Orden es una alteración a la Creación y una rebelión a Mis Preceptos. Satanás lucha hoy, en tu tiempo, fuertemente, en contra de la familia y de la Iglesia; reconoce, pueblo Mío, las señales de este Fin de vuestro Tiempo. » 

El Sagrado Corazón de Jesús, explicaba este Sacramento del Matrimonio bendecido por Dios y como Satanás busca eliminarlo. 

« Pequeño, en este Sacramento del matrimonio, que seguidamente se transforma en familia, se crea una unidad de amor, y esta unidad es un reflejo del Amor Trinitario. Por eso Satanás se afana buscando, por todo medio, acabar con el matrimonio y la familia. El divorcio, el adulterio, la fornicación, la infidelidad, son ataques del enemigo a la familia, proponiéndoles a los hombres una vida fácil sin amor, sin cruz. 

Es egolatría total, y de esta egolatría nace el aborto, las aberraciones contra la naturaleza y toda clase de concepto (con el) que quieren nada más que invertir la imagen de la familia a una imagen de bestialismo total (la acción de la bestia en los hombres). El Sacramento del Matrimonio es varón y mujer. El (mal llamado) matrimonio de Satanás y el anticristo es todo lo contrario. 

El fruto del Sacramento del Matrimonio entre varón y mujer es vida, amor y bendición. » 

Como aseguraba el Casto y Amante Corazón de San José el 17 de Enero del 2018: « La Iglesia necesita de familias santas, para que se salve el mundo. » porque una familia santa, santifica a las generaciones siguientes, que son bendecidas por la Gracia y la protección del Cielo.

Debemos Nacer del Vientre de la Virgen María 

Así como la Virgen Santísima fue el Primer Sagrario, el Vientre Inmaculado que albergó al redentor, también nosotros sus hijos, debemos introducirnos en el Vientre de Nuestra Madre para ser formados a imagen de Cristo. 

« Yo soy el Primer Sagrario, sólo en mi Vientre y formándose en él, entrando hijitos míos en mi Vientre Materno, Puro e Inmaculado ustedes pueden asemejarse a Jesús. En mi Vientre, mi pequeño, está la Moldura para hacer nuevos Cristos. » 

« Ustedes hijos míos tienen que dejarse formar por mí, en mi Vientre ingresen en Fe, en mi Corazón, en mis cuidados Maternos, que desde la Cruz los llevaré hasta mi Hijo Jesús, mi Inmaculado Vientre les espera. Yo los llevaré hasta Jesús que está en el Calvario. » 

Al pie de la Cruz, y por las palabras de Jesús "Mujer he ahí a tu hijo", el Vientre de María se abrió a partir de entonces para todos sus hijos, la humanidad entera. 

« Así desde la Cruz mi Divino Hijo me dijo: "He ahí a tu hijo" que son todos ustedes, así ustedes como todo hijo deben estar en el Vientre de sus madres; así deben estar en mi Vientre para llenarse de mí, a la vez del Espíritu Santo que habita en mí; así serán formados y transformados en Cristo. » 

« Soy humilde porque le di mi Vientre para dar a luz a su Hijo. Soy humilde para acogerlos a todos ustedes en mi Vientre desde la Cruz. Cuando mi Hijo dijo en la Cruz: "Mujer he ahí a tu hijo", desde ese momento mi Vientre se abrió y continuamente se abre, para ustedes (El Vientre de la Santísima Virgen se abrió para los hombres solamente con permiso y orden de Jesús). » 

La Nueva Eva y el Nuevo Adán 

La Agonía de Jesús en el HuertoAsí como por la desobediencia de nuestros primeros padres, entró el pecado en el mundo, por la obediencia de la Virgen María en la Anunciación « Hágase en mí según tu Palabra » y de Jesucristo en Getsemaní « Padre, aparta de mí esta copa, pero que no sea Mi voluntad sino la tuya » entró la salvación al mundo. Jesús y María son la Nueva Eva y el Nuevo Adán, los precursores del nacimiento de la nueva humanidad. 

« Mi madre y Yo, hemos sido el Auxilio de la humanidad pecadora. Mi Madre por dignificar nuevamente al hombre con su aventura al Proyecto del Padre, y Yo por redimir al mundo entero en Mi Sacrificio de la Cruz. Por eso, hijo, la Nueva Eva y Nuevo Adán, Nuestros Dos Corazones Unidos iniciaron el Proyecto de la Salvación. La Madre y el Hijo aplastando el mal. La Madre y el Hijo que reinarán y triunfarán. » 

La carne y la sangre del Nuevo Adán y la Nueva Eva, Padres de la nueva humanidad que surgirá tras la Gran Tribulación y el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, será el germen que nos libere de nuestra carne impura contaminada con el pecado.

« Déjense formar por mí, acérquense a la luz dejen que la carne Inmaculada del Hijo que es mi carne, dejen que la Preciosísima Sangre de Cristo que es mi Sangre se funda en ustedes, los llene y los libere de esta carne impura que han dejado contaminar con el pecado. Dejad que yo os forme, que yo os lleve, que yo os dé a luz para el cielo, para Cristo, para el Padre, fórmense, edúquense y crezcan con esta Madre, Madre de dolor, Madre de amor, pero más Madre de todos vosotros pecadores, yo os guiare, yo gestare en ustedes una nueva humanidad, para la Gloria de Cristo. » 

La Entrada al Vientre Inmaculado pasa por una limpieza y purificación previa 

Al igual que la Virgen María fue limpiada en sus cadenas genéticas desde su primer instante en la concepción, la entrada al Vientre de María, pasa por una etapa previa, en la que también nosotros debemos purificarnos y limpiarnos hasta el momento de nuestra concepción y desde ahí, pedir entrar en su Vientre Inmaculado: 

La Entrada al Vientre Inmaculado pasa por una limpieza y purificación previa« Hijo mío, debes comprender y aceptar que vuestra limpieza y purifi­cación debe empezar desde vuestros ancestros y cadenas genéticas para ir purificando vuestra vida hasta llegar a vuestra concepción y desde allí pedid entrar a mi Vientre Inmaculado de esta manera: 

Querida Madre, déjame entrar en vuestro Purísimo y Materno Vientre, concededme ser formado por el Divino Espíritu Santo para ser otro Cristo y asemejarme más a Él Divino Purísimo Vientre de la Virgen María: guárdame. Divino Purísimo Vientre de la Virgen María: fórmame. Amén.  » 

Escondernos en el Vientre de María 

Una vez dentro del Vientre de María, nos escondemos en Él. Este esconderse en su Vientre es una protección, así como el hijo es protegido por su madre en el vientre materno y el líquido Amniótico, le preserva de toda influencia externa, la Virgen al escondernos en su Vientre nos protege de las influencias del mundo, del pecado, del demonio, para que nada nos interrumpa nuestra gestación para ser transformados en otros Cristos. 

« Orad así queridos hijos, porque ya estando espiritualmente en mi Santo Vientre, serán formados y sus heridas serán sanadas, serán desatadas, serán transformados y liberados por la Misericordia del Padre. » 

« Solo mi Vientre fue colmado para dar vida en abundancia que es Cristo y Mi Hijo se las quiere dar a todos ustedes, desde su Trono que soy yo, solo así ustedes mis pequeños deben asemejarse a Él. 

Escóndanse en mi Vientre diciendo: 

Escondernos en el Vientre de MaríaMadre abrígame y apártame del mundo para tu Hijo Jesús en tu Purísimo Vientre, Séllame con la Sangre que llenaste a tu Hijo, cúbreme con esa Purísima Sangre y Carne y llévame a la Verdadera Vida en DIOS, en su Luz, en su Amor. Amén. 

Solo en mi Vientre encontrarán un Verdadero Camino para ase­mejarse a mi Hijo. Yo desde pequeña fui del Señor, y cuando fui Consagrada, el Señor me dotó de Dones y Carismas para esta Gran Misión. » 

La vida en el Vientre de María 

Oración, Sacrificio y Penitencia 

¿Cómo deben vivir los que se dejan formar por María en su Inmaculado Vientre? Los tres pilares básicos sobre los que debe sostenerse un hijo de María son la oración, el sacrificio y la penitencia, que es en definitiva abrirse a la Voluntad de Dios, apartarse del mundo y buscar la cruz, amar la cruz y cargar con nuestras propias cruces. 

« Hijos pequeños, yo sufro, porque, no se abren a la voluntad de Dios, déjense, ábranse, abandónense a la voluntad del Padre, que es su mismo Amor y Misericordia. Hijos, no se dejen llevar por la corriente del mundo, busquen fortaleza en la oración constante en Jesús vivo en cada Sacramento, busquen la Cruz, amen la Cruz, carguen su Cruz; es decir los sacrificios, las penitencias e incluso sus vidas, entréguenla, como se ofrece el santo humo del incien­so en los Altares Eucarísticos, sean brasas ardiendo en el mundo, para que llenen de esa llama a mis demás hijos. » 

  • El sacrificio es aceptar un dolor voluntario, una privación que hacemos y que ofrecemos por ejemplo el ayuno los miércoles y viernes. 
  • Penitencia son los dolores de la vida que no podemos evitar, una enfermedad, una ofensa que nos han hecho, que son propios o bien de nuestra debilidad humana o de las circunstancias de nuestra vida. Vivir estas situaciones con paciencia y en silencio, ofreciéndolas en todo momento, es penitencia. 
Nuestra Madre nos pide que hagamos sacrificio y vivamos la vida de forma penitente. Ella nos da las claves, las pautas y las reglas en estos mensajes. Y al igual que el Padre la educó y la formó en su infancia y adolescencia, en su Vientre nosotros también vamos a ser educados y moldeados, teniendo como pilares las virtudes de la humildad y la obediencia. 

« Yo la humilde como creatu­ra reconocí al Creador. Yo como hija obediente, fui fiel a la Cruz. Yo como vosotros fui humana, ignorante, pero Dios mi Padre me apartó, me guío, me formó, me moldeó y yo quiero sacarlos de esa ignorancia que viven. 

Hijo por excelencia y en mi Vientre, busquen un lugar espiritual, un refugio que hallaréis. En mi Vientre les hablaré, los educaré, los llevaré al Padre, los daré a luz a la vida, la Vida en Dios. Quiero llenarles del Espíritu Santo para asemejarlos al Maestro de Maestros, Rey y Señor, Cristo Jesús, el Redentor, el Salvador, el Amante de todos los corazones, Él que desea salvar sus almas, para la mayor gloria de Dios. Yo fui quien habló a la primera Iglesia de mi Hijo; yo los guié; los acompañé en oración y por eso fueron fieles porque fueron humildes y obedientes. Dejad pequeños que mi Pie Virginal doblegue ese vuestro orgullo, soberbia, destruya vuestra ignorancia. »

Una Gestación en Manos del Divino Alfarero 

Como todo proceso de transformación espiritual, esta gestación en el Vientre de María es dolorosa, ya que exige la renuncia paulatina de la voluntad humana, para seguir la Voluntad Divina, y conlleva dejar atrás nuestro ego, nuestro orgullo y soberbia, para asemejarnos más al Redentor. Los que quieren ingresar en esta etapa espiritual de nacer de María, deben asumir el dolor, el sufrimiento, la humillación, la negación, el quebrantar su espíritu, para que nada más exista, solamente Jesús. En el vientre de la Santa Madre es donde todo es moldeado y formado según la voluntad y la decisión del Padre. Sólo en el Vientre de María, seremos gratos al Señor. 

« Hoy hablaremos sobre los que se dejan formar por mí en mi Santísimo Vientre. Tienen que tener claro mi niño que esta transformación o mejor esta Gestación es dolorosa; porque ustedes son el barro y yo soy el molde del alfarero que es el Padre que utiliza al Divino Espíritu Santo para formar esa vasija de Amor Divino, que poco a poco el Padre va moldeando hasta obtener el producto final. Luego lo hornea en el fuego de la Caridad donde es cimentado el barro, y es limpiado pero cuando ya ha salido, aún el Santo Alfarero ve alguna imperfección, Él los vuelve a crear y así, poco a poco, va a ir moldeando un vaso perfecto. Así mi niño, tú y tus hermanos serán moldeados en estas Divinas Manos. En este sencillo molde tan grato al Padre, que es mi Purísimo Vientre » 

El Padre Pio en su Llamado de Amor y Conversión del 4 de Abril del 2014, explica las fases por las que tiene que pasar un Apóstol en esta etapa de Gestación en el Vientre de María y como estamos llamados a entregarnos como almas víctimas: 

« La Santa Madre nunca quiso ser servida, aún más la Santa Madre fue la siempre Esclava del Señor que con su amor y su dolor agradó al Padre. Así ustedes mis hermanos y hermanas deben agradar al Padre, con su vida de oblación, con su entrega como alma víctima. 

Los que quieren ingresar a esta etapa espiritual deben asumir hijo mío el dolor y el sufrimiento, la humillación, la negación, el que­brantar su espíritu para existir nada más que en Jesús, que nos ama. Así hijo mío podrán acercarse a esta escuela de enseñanza el vientre de la Santa Madre, donde todo corazón es moldeado y for­mado a la Voluntad y Decisión del Padre; solo así seremos gratos al Padre. » 

Y por su parte en otro Llamado de Amor y Conversión del mismo día, Josefina Bakita explica lo doloroso del proceso: 

« En este Vientre nos formamos con dolor y amor para renacer a la nueva vida en Cristo. Hermanos, el proceso es doloroso y difícil, yo también pase por él porque es nuestra im­perfección lo que el Señor en este Purísimo Vientre destruye, solo así se alcanzará la santidad, por el camino del dolor y del amor porque María es el camino, ejemplo, imagen viva del dolor y del amor. Acojan al Purísimo Vientre y pidan, deseen ser moldeados por Él. »

La Purificación en el Vientre de María 

Dice Jesús: 

« El Vientre Inmaculado de mi Madre, es ese lugar donde se alberga el Agua Misericordiosa de mi Amor. El corazón Inmaculado y Doloroso de María es la Fuente mayor de ese mar. 

La Sangre de mi Amada Madre es mi Sangre, su Carne Inmaculada es mi Carne y cuando me toman en la Sagrada Comunión comen mi Carne y mi Sangre, Carne de mi Amada Madre y Sangre de mi Amada Madre, mi pequeño, purifícate en este Manantial de Gracia, en esta fuente misericordiosa. » 

Por tanto es en este Vientre de María, en este Vaso de la Gracia, donde se encuentra la Sangre y el Agua de Jesucristo donde debemos purificarnos y después de la purificación el alma será capaz de servir, de amar y de orar.

La Divina Voluntad 

Dice la Virgen María: « Mis hijos formados en mi Santísimo Vientre cumplen la Divina Voluntad de la Santísima Trinidad. » 

Y ¿cuál es la voluntad de Dios para mí? Amar a Dios sobre todas las cosas y al hermano como a uno mismo. 

« La voluntad del Padre sobre sus Hijos es el Amor, amor sacrifica­do, amor entregado, amor anonadado, amor en oblación. Mis hi­jos, mis verdaderos hijos, los que realmente nacen del Santísimo Vientre, son aquellos que se complacen en cumplir la Voluntad del Padre, aquellos que sin entender se sumergen en su Misericordia. » 

« El alma de cada hijo mío se sumerge en mi Vientre cuando se anonada en la buena práctica de la Santísima Voluntad, los Diez Mandamientos, las Bienaventuranzas, el Mandamiento Mayor, amor a Dios y al prójimo, así el alma se va limpiando y sanando. Conforme vaya creciendo y profundizando en la experiencia del amor de Dios, manifestado en mi Hijo Jesús, mi Vientre os llama a todos a una profunda oración, sincera conversión y llama a las al­mas a cumplir la Santísima Voluntad manifestada en las Sagradas Escrituras y la enseñanza apostólica. »

La Oración en el Vientre de María 

Dice Nuestra Madre:

« Cuando el alma ora no se dan cuenta que están en Mi Vientre. Cuando ustedes oran, su oración se convierte en luz que abarca el mundo entero. Cuando ustedes oran, oran por todo el mundo, cuando ustedes oran entran en el Corazón del Padre y abrazan con el Padre a toda la creación. Porque cuando una alma ora, ama y abraza a toda la creación con su oración. Depende de cada alma orante la salvación de sus semejantes, la oración además de una relación íntima con el Padre, es una oración que debe cooperar con la redención de cada alma. » 

« Cuando un hijo mío ingresa en mi Vientre Santo y Purísimo, ora, ora, ora incesantemente y todo ofrece en la oración ya sea suplicante, de alabanza o contemplativa, la oración mi muy amado, debe transformarte de tal manera que no seas tú quien vivas, sino Cristo en ti (Gálatas 2, 20). Así Cristo, el Rey y Señor del universo, Esposo de la Iglesia, Cordero degollado y sentado en el Trono (Apocalipsis 5, 1-14) vivirá en ti, se dirigirá al Padre en ti, se compadecerá por el mundo en ti, y así serás instrumento de paz y amor, que transforme de tal manera tu ser carnal, en la vida interior, vida de comunión entre el alma y su Creador, que tendrá el objetivo nada mas de alabar, bendecir y servir a su Señor

El Santo Rosario es el Cordón umbilical que nos une al Vientre de María 

El Santo Rosario es el Cordón umbilical que nos une al Vientre de MaríaCuando entramos en el Vientre de Nuestra Madre, el cordón umbilical que nos une al Vientre de María es el Rosario, la cadena del Rosario. Por eso, del Rosario vamos a recibir todas las Gracias de María para nosotros. Por el rosario sabemos todos, que estamos conectados a María, unidos a María. 

Dice Nuestra Señora:

« Hijo tienes en Mi mano el cordón de la vida. Este es el cordón umbilical que te une a Mi Vientre y a través de éste cordón te alimento, te formo, te ayudo. Querido hijo, vengo a decirte que aquellos que yo forme en Mi Vientre son hijos míos que con amor se abren a Mis Gracias. » 

En Fátima, Francisco no podía ver a Nuestra Señora. Y Nuestra Señora le dijo a Lucía: Dile que rece el rosario y me podrá ver. El Rosario es nuestro cordón umbilical a Nuestra Madre y por tanto nos purifica, nos transmite toda la persona de María. 

La Santidad de los Hijos nacidos del Vientre de María 

Dios creó al hombre y a la mujer, para que fuesen santos e irreprochables a sus Ojos y todos nosotros, sus hijos, estamos llamados a la Santidad. La Virgen María nos dice en relación a la Santidad: 
Santidad« Hijos, la santidad no es una prenda que se encuentra en cualquier lugar, es una gracia que el Padre le concede a las almas en su Infinita Misericordia. Santo, por eso, hijos míos, no es el que no peca, sino es el que reconoce humildemente sus miserias y me las entrega y acoge en su alma el Perdón y la Misericordia de mi Padre. Santo es el que abre sus heridas para que mi Hijo las sane. Santo, hijos míos, es el que cierra su corazón al mundo y solo lo abre para el cielo. 

La santidad no se consigue con vuestros esfuerzos, sino con la Gracia que proviene del Padre, que os ama sin medida. 

La santidad es una lucha ardua, pero feliz. El alma que emprende ese caminar de rosas con espinas, que os han de purificar en el dolor de rosas, que los guiarán al camino hacia la Gracia más grande del Padre, es decir, a mi Hijo Jesús. Así el alma venciendo su Voluntad para aceptar la Divina Voluntad del Padre, renunciando a su ego, luchando por amor a Dios y a sus hermanos irá consiguiendo y trabajando en su santificación y luchará y se esforzará para alcanzarla en el Santo Temor a Dios y con mi Divina Protección. » 

Vivir las Virtudes de María 

Aceptemos los llamados de amor de nuestra Madre e ingresemos en su vientre y dejémonos formar por el Divino Espíritu Santo. Ella nos dará grandes virtudes. Ella nos dará valentía, nos dará pureza, nos dará amor, nos ayudará a conocer, aceptar y comprender la cruz. Si nos escondemos en el vientre de nuestra Madre María, viviremos en el Corazón del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

« Hijos míos, vivan mis virtudes, sosteniéndose con la oración constante, la virtud de la oración permanente significa estar conscientes de la presencia de Dios en sus vidas y meditar siempre su Palabra. 

Hijos míos una virtud tan amada por mí es la Humildad, la Humildad les hace reconocer su pequeñez y así obedecerán, serán mis hijos obedientes queridos. Busquen la pureza, pureza no solo de cuerpo, sino de alma, de espíritu. Quiero pureza interior para que así no os convirtáis en sepulcros blanqueados. Mis niños sean puros, ser puros consiste en ver en todo Dios y hacerlo todo con amor a Dios, pues el amor a Dios, no le va a en­gañar, sino que mi Padre les dará el Santo Don del temor a Dios. 

Hijos otra gran virtud es el Amor. Amor es entregarse sin reserva alguna, sin egoísmo aparente, sin condición soberbia e hipócrita. 

Yo sé que todos son pecadores, y sé que todos están bajo la Ley que se estableció desde la desobediencia de sus primeros padres. Y es por eso, que el Padre del Cielo me mandó a Mí, su único Hijo, a entregarme como Cordero Pascual para la remisión de todos los pecados de los hombres; pasados, presentes y futuros. 

A través de ti llamo a mis hijos a la modestia y la templanza, a la pureza que agrada a Dios, al amor que los llevará a una vida de penitencia y sobria de oración y sacrificio, de humildad y obedien­cia. » 

Los Sacerdotes. Hijos predilectos de María 

Los sacerdotes son las almas preferidas de la Virgen y a través de sus manos consagradas traen al mundo de nuevo a Cristo en cada Santa Misa. 

« Cada hijo mío nacido de mi Purísimo Vientre ama y venera a los Sacerdotes. Sacerdotes cuyas manos están consagradas para dar el Culto Divino, Culto Santo, Culto Sagrado, Culto Inviolable. 

Cada hijo mío Sacerdote, cada una de sus almas son preciosas al Padre. Cada Sacerdote es señal verídica de que mi Hijo Vive. Hijo mío, místico de mi corazón, sabes que yo no puedo hacer lo que ellos hacen. Yo anduve a mi Hijo nueve meses en mi regazo. Lo di a luz para el mundo en Belén y se los entregué en la Cruz. Hijo ahora hoy cada Sacerdote lo trae diariamente al mundo a vuestros corazones. Si supieran que mi Corazón no solo es Inmaculado sino también es Sacerdotal. Yo soy María Madre Sacerdotal, que hoy te llama para que oremos por los Sacerdotes, sacrifíquense por ellos y alégrense con ellos, sufran con ellos, luchen por ellos. » 

La Virgen pide a los sacerdotes que regresen a la Madre y estén llenos de piedad, fe y devoción: 

« Cada Sacerdote debe abrirse a mis Gracias, Gracias que brotan de mi Corazón Doloroso e Inmaculado y Sacerdotal, especialmente para ellos, cuanto deseo Sacerdotes Santos, llenos de piedad, fe y devoción cargando diariamente la Cruz. 

Oh sacerdotes de mi Corazón, regresen a vuestra Madre que les llama. » 

Dios Padre, nos habla de cómo tienen que ser los sacerdotes nacidos del Vientre Purísimo de la Virgen María. 

« Como me duele mi Enamorado Corazón ver Sacerdotes tan tibios, sin tomar consciencia de que su misión no es explicar el mundo, es salvar almas y cuantas almas están condenándose con sus vidas y enseñanzas. 

Sacerdotes, volved a Mí que yo os amo y perdonaré todos vues­tros pecados, fracasos. Mi enemigo se goza en los Sacerdotes fríos, serios en su deber, no de salvar almas, sino en hallar la ciencia mundana y pagana donde no hallarán mi verdad. Por eso, hijos míos, muchos se frustran y se arrepienten del camino que han tomado. Mi Sacerdocio no es para saber mucho, sino para amar mucho, para entregarse a mis pobres hijos pecadores. Hoy llamo a los Ministros de mi Hijo, Sacerdotes de mi Corazón, que se formen por mí en el Vientre Purísimo de mi Santa Hija. 

Del Vientre Purísimo de mi Hija están formados Sacerdotes san­tos, espirituales más no carnales, sino inocentes, más no sabios en las cosas del mundo sino en mi Ciencia Divina. Su única enseñan­za es hacer conocer a las almas que yo os amo. Necesito Sacerdotes Piadosos, Marianos y Eucarísticos. Salvad con vuestras oraciones a las almas sacerdotales. » 

El Triunfo de María en los hijos que se forman en su Vientre 

La Virgen María desea triunfar en los corazones de sus hijos que se forman en su Santísimo Vientre. 

« Hijos míos, si oran mi Corazón Triunfa; Triunfa en la oración; Triunfa con la oración, mis hijos, yo deseo Triunfar en sus vi­das y ¿cómo hacen esto, cómo cooperan con mi triunfo? Siendo obedientes al amor que les doy en cada mensaje. Quiero solda­dos de mi Reino que pregonen el Señorío y Reinado de Jesucristo, soldados de mi Santo Rosario. Hijo, yo Triunfo en ti cuando re­nuncias a ti por otros, por Dios. Yo triunfo en ti cuando vives en la pureza, creces en virtud. 

Solo viviendo en comunión con mi santa Iglesia, que sin duda alguna, conmigo Vuestra Madre que os ama, triunfará. » 

La Mujer Vestida del Sol 

La Mujer del Apocalipsis 

El Capítulo 12 del Libro de Apocalipsis nos habla de una mujer que va a dar a luz y grita con dolores de parto: 

« Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz. » Ap 12 

Nuestra Madre María es esa Mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies. Así lo asegura Dios Padre en el Llamado de Amor y Conversión del 3 de Noviembre de 2016 

« Es el momento de que todos los ejércitos del Cordero de Dios formados por la Mujer vestida del Sol, la Inmaculada, la Dolorosa, Mi Hija y Madre Vuestra, se alcen y proclamen el Triunfo de Su Corazón Inmaculado, y venga el Reinado Eucarístico del Cordero del Sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza. » 

Ella la Inmaculada dio a luz a nuestro Señor Jesucristo sin dolor, porque era el Hijo de Dios, porque era Dios, pero al pie de la cruz, Ella tuvo otro parto. Al abrirse el costado de nuestro Señor Jesucristo en la cruz donde brotó agua y sangre, es donde nació del costado del Señor, la Iglesia, pero la iglesia fue acogida en María. María tuvo dolores de parto al pie de la cruz al darnos a luz en la Iglesia. 

Dice Nuestra Señora: « A Jesús lo di a Luz sin dolor en Belén. A ustedes los di a luz con dolor en la Cruz. »

Los Hijos de la Mujer Vestida del Sol 

¿Quiénes son los que Ella, la Madre da a luz? También en el mismo capítulo se nos dice: 

« Y se llenó de ira el dragón contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús » 

Los que guardan los mandamientos de Dios, los hijos de la Mujer, son aquellos que lavadas sus vestiduras con la Sangre del Cordero, vienen de la Gran Tribulación y cantan triunfales la Gloria de Dios y el Triunfo del Cordero. Son los Apóstoles de los Últimos Tiempos, tal y como indicó San José el 27 de Diciembre del 2017

« Dios Padre dijo: Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre Su Linaje y tu linaje, pero Ella con Su Talón aplastará tu cabeza. Fueron las Palabras del Padre a la serpiente antigua. 

El Linaje de esa Mujer, son los hijos que consagrándose a Ella, a María, sirven a Jesús. Los Apóstoles, los discípulos, los primeros cristianos, siempre la vieron, la reconocieron como Madre. 

Pero hubo una Gran Batalla y la Mujer vestida del Sol dio a Luz, pero Dios protegió a la Mujer y a Su Hijo. Y en la tierra quedaron los hijos de la Mujer, los Apóstoles de los Últimos Tiempos, los Apóstoles de los Tres Corazones. »

El Gran Dragón Rojo y la Huida al Desierto 

En el Apocalipsis, además de la Mujer, aparece en escena otra señal, un gran Dragón Rojo. 

« Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz. Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser alimentada mil doscientos sesenta días. » 

La Mujer Vestida del Sol huye al desierto durante mil doscientos sesenta días. Ese desierto como nos explica San José es el despojamiento, el abandono del mundo para refugiarse del dragón y los poderes del maligno, a donde los Apóstoles de los Últimos Tiempos, tienen que refugiarse también durante 1260 días, junto a la Mujer. 

« Hijos de Mi Castísimo Corazón, muestro a los apóstoles de los Sagrados Corazones de Jesús y de María el camino que recorrí para llegar al Hogar de Nazaret, este mismo camino deben recorrer los apóstoles, en estos últimos tiempos, y deben cruzar el mismo desierto para librarse de la persecución y del odio, del mundo, de Satanás, y esconderse en el desierto, en el desierto en el que también está la Mujer Vestida del Sol. Este desierto espiritual que es como un retirarse del mundo, de los placeres, de la comodidad, del pecado, y vivir en abstinencia, en la penitencia, en la meditación, y en la oración del Corazón Inmaculado de la Madre y Reina Celestial » 

« Queridos hijos de Mi Castísimo Corazón, recorran junto a la Sagrada Familia el camino al desierto. El desierto representa el despojamiento, el abandono total en Dios, caminar solamente en la fe. Caminar al desierto es caminar a donde está la Mujer Vestida del Sol. Y entrar en este desierto es refugiarse de los Herodes, del pecado, de la riqueza material, para que estando con Nosotros, en este desierto espiritual, los corazones se transformen en corazones orantes, corazones contemplativos, corazones adoradores en espíritu y en verdad. » 

¿Por qué refugiarse junto a la Mujer? El Corazón Doloroso e Inmaculado de María el 25 de Mayo del 2014 nos da la respuesta. Ella es el refugio y la protección de la Iglesia con su manto y acoge a todos los hijos que se consagran a Ella. 

« He aquí una gran señal, una Mujer vestida de sol, con un manto azul profundo y una corona de doce estrellas, la mujer abrigaba a la Iglesia con su Santísimo Manto. » 

En esta batalla espiritual que está teniendo ya lugar, solo habrá dos bandos, aquellos que se refugien en el desierto con la Mujer, es decir en la vida escondida, en la oración, lejos de las vanaglorias del mundo y el resto, todos los que se han quedado al margen de Dios. Los tibios serán vomitados de su boca tal y como habla el Apocalipsis al referirse a la Iglesia de Laodicea.

« Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca. » Ap 3, 15-16 

La Mujer, dirige el Ejército del Cielo: Los Ángeles, los Santos, las almas del Purgatorio y la Iglesia militante. 

El Demonio (el Gran Dragón del Apocalipsis), « arrastra con su cola a un tercio de las estrellas del cielo » a todos los que han quedado al margen de Dios, por voluntad propia. Todos los que no se fueron "con la Mujer al Desierto": los que viven al margen de Dios o manifiestamente en contra, los cristianos tibios o neutrales que viven su fe mezclada con los pensamientos del mundo y que cogen del Evangelio solo lo que les interesa, los cristianos que basan su fe únicamente en una costumbre, en una tradición exterior que aparenta “ortodoxia” pero vacía de contenido y de amor y los cristianos que confiaron en sus propias fuerzas, en sus propios juicios y criterios y subestimaron el poder creciente del Diablo en nuestros días y que alcanzará su cenit en el periodo de la Gran Tribulación. 

En el Llamado de Amor del Corazón Doloroso e Inmaculado de María del 6 de Octubre de 2018, nuestra Madre indica que ya estamos en la hora del cumplimiento de la Señal del Apocalipsis. Sus venidas al Jardín de Gracia, son el cumplimiento de la Señal y este Apostolado es el Remanente Fiel del que habla San Juan en el Apocalipsis. 

« El Padre me envía con el Título del Corazón Doloroso e Inmaculado de María para ser el Arca que salve a sus hijos en esta tempestad que el dragón ha causado: pecado, libertinaje, ateísmo y el odio. 

Hijos comprendan soy la Mujer Vestida del sol. Con mis Venidas a este Lugar Santo se realiza el cumplimiento de la Gran Señal. 

He venido a reunir a mi ejército de Apóstoles y he venido a ayudarles a discernir porque también el adversario se ha vestido de Ángel de luz para dividir mi Rebaño de los Últimos Tiempos. 

Hijos míos, este Apostolado es el ejército Remanente que anunció el Apóstol Juan. » 

Virgen de la SaletteEstamos en la época del cumplimiento de las profecías de La Salette de 1846. Vivimos en una etapa de confusión en la Iglesia y en el mundo, donde efectivamente « el adversario vestido de Ángel de luz divide a la Iglesia, a las familias y a la Sociedad » en sintonía con lo afirmado por el Papa Francisco recientemente por lo que ha pedido el rezo constante del Rosario y finalizarlo con las oraciones del "Sub Tuum Praesidium" y la oración con poder exhorcizante de San Miguel Arcangel de Leon XIII para que la Virgen María y el Arcángel San Miguel, defiendan a la Iglesia de la división que en ella quiere causar el Diablo.

« Los jefes, los guías del pueblo de Dios han desdeñado la oración y la penitencia, y el demonio les ha ofuscado la inteligencia; se han transformado en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la vieja serpiente sembrar la división entre los reinantes, en todas las sociedades y en todas las familias, donde se padecerán males físicos y morales. » La Salette, 1946

Comienza a vislumbrarse este ofuscamiento de las inteligencias y la pérdida de discernimiento de muchos cristianos (consagrados y laicos) que sin oración ni penitencia, se suben a los púlpitos, a los medios de comunicación social, a las redes sociales y también en el boca a boca entre los fieles, juzgando a la Iglesia, juzgando al Papa, situándose en Cisma abierto contra Pedro y por tanto contra la Iglesia. 

Se está haciendo cada vez más palpable el último mensaje de Garabandal:

« Existen muchos Cardenales contra Cardenales, Obispos, contra Obispos, muchos Sacerdotes y Obispos van por el camino del mal llevándose con ellos miles de almas, con sus ejemplos hacen que muchos pierdan la fe y odien a la Santa Madre Iglesia. » 

Ahora la elección es: o María, o sin-María. O los dirigidos por María, o los condenados por Satanás. O los hijos de la Mujer vestida del sol, o los hijos de las tinieblas. En esta elección consistirá la Salvación en estos Últimos Tiempos.

La Gestación en el Vientre de María a la Luz del Apocalipsis 

Los dos Testigos del ApocalipsisEl periodo de preparación a la Gestación Espiritual en el Inmaculado Vientre de María debe comenzar un 2 de Marzo. La Consagración hay que realizarla el día de la Anunciación, el 25 de Marzo (23 días después). Si presuponemos un periodo de Gestación Espiritual estándar de 9 meses, la Mujer Vestida del Sol, dará a Luz a su Hijo y a sus hijos (los Apóstoles de los Últimos Tiempos), el día 25 de diciembre, día de Navidad, día del nacimiento del Salvador y a partir de ese momento y durante 1260 días (tres años y medio), los hijos de la Mujer Vestida del Sol, se refugiarán en el desierto, para protegerse del Gran Dragón Rojo y los poderes de las tinieblas. Es el Reinado del Anticristo, la media semana predicha por el profeta Daniel donde tendrá lugar la Abominación de la Desolación y la época en la que los dos testigos, los dos profetas del Apocalipsis (el Sagrado Corazón de Jesús y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, representados por Elías y Enoc o Moisés) vestidos de sayal, profetizarán a todas las naciones.

La Consagración 

La ConsagraciónLa consagración es un acto substancial del hombre, consagrarse es realizar un acto consciente y libre que a uno le pone en directa relación con la divinidad. Es la entrega libre, personal y consciente a Dios, a lo Divino. 

Para explicar lo que es una consagración podemos empezar por un caso más banal que dé a entender lo que acontece en una consagración. Imaginaros que se va a construir un altar que va a servir de lugar inmediato para la celebración de la Eucaristía. La Eucaristía es una cosa Divina, es el Verbo Encarnado Transubstanciado y necesita un altar para que se celebre la Misa. Entonces para labrar un altar se escoge una piedra, se extrae de una cantera, se labra la piedra, pero esa piedra es profana, esa piedra es apta para todos los usos. Cuando se le ha dado la adecuada forma interviene el sacerdote o el obispo y por medio del aceite consagrado, realiza un acto que vincula eso que ha sido hasta ahora un trozo de roca aunque está modelado y desde entonces esa materia que era completamente profana, acta para todos los usos, es algo dedicado únicamente a la Divinidad. Es un caso extremo, un caso de mineral que es elevado al servicio de la Divinidad pero de la divinidad en una forma muy concreta, la Divinidad en la Eucaristía. 

La Consagración exige que la persona que va a hacer una consagración o la persona que va a consagrarse, tenga conciencia, tenga inteligencia, sea una persona. Esa persona podrá consagrar cualquier objeto, pero no puede consagrar nadie que no tenga conciencia, no sea capaz de dar sentido a una realidad, por eso en toda consagración interviene una persona. 

Una planta no puede consagrarse, un mineral no puede consagrarse, un animal no puede consagrarse (es decir, consagrarse a sí mismo o realizar un acto de consagración).


El Bautismo 

El Bautismo de JesúsLa consagración fundamental es aquella en la cual la persona como tal y su conciencia en su libertad cae en la cuenta de que ha sido creada por Dios, todo lo que una persona es, proviene de Dios. Primeramente estaba en la mente de Dios, era el objeto de una predestinación, luego en el curso de la historia ha habido una concepción, ha comenzado a existir, pero tardará mucho tiempo en llegar a la conciencia. La consagración podrá darse en esa persona cuando llegado al conocimiento de ser un ser creado por Dios, cuando el alma concientiza que es una realidad creada, que en su primer origen está Dios, entonces responde al acto de la creación diciendo:

"Aquí estoy yo, Tú me has creado, yo soy para Ti, ahora me entregó."

Ese es el acto de consagración fundamental, una persona que vincula con la Divinidad cualquier realidad, el más fundamental es el ser creado. Cuando uno concientiza esa realidad, que no es fácil, porque concientizar no es haber oído hablar de eso, es saber realmente por sí mismo. 

¿Cuándo acontece está consagración fundamental en el hombre? En el Bautismo. En el Bautismo todo el ser del hombre es ungido por la Trinidad y es entregado al servicio Divino, detesta al diablo, al mundo, a sus pompas, a sus obras y dice: Yo solo para Dios. - Y no solamente en el orden natural sino con todas sus potencias, las más elevadas. - Yo, me entrego a Dios y soy ungido por el aceite de los catecúmenos y el Santo Crisma. 

Esta es la Consagración definitiva. El bautismo no es superado por nada, es perfeccionado y completado. 

Pero, ¿Qué pasa con esta Consagración substancial que el ser creado realiza en el Bautismo? La casi totalidad de los bautismos católicos, acontecen en una edad en que no hay conciencia, es bautizado el niño a los pocos días o semanas de nacer y tiene que realizarse la Consagración mediante un acto de conciencia y de libertad de otra persona, los padrinos, los cuales terminado el bautismo, ya no saben que más tienen que hacer con el niño. 

En el caso más perfecto de una familia cristiana, progresivamente el bautizado es llevado a la concientización, es decir, tiene que haber un crecimiento de sus facultades superiores para que se dé cuenta de que es un hombre creado para Dios y ratificar de una forma consciente esa Consagración que se dio en el Bautismo 

En todos los demás casos, en el bautizado ya consagrado al cual no se le habla nunca, ni por los padres, ni por los padrinos, ni en la escuela. ¿Qué pasa con ese consagrado? Es una realidad muy común en el Catolicismo, que nadie a la edad de uso de razón, en la adolescencia, sepa que está consagrado. Debido a ello, ha habido en la historia grandes hombres que han tomado como objeto propio de su apostolado, concientizar a los hombres su Consagración Bautismal. San Luis María Grinion de Montfort construyó su Mariología y su piedad Mariana con la finalidad de hacer que las personas lleguen a ratificar el Bautismo. Su Consagración era "Renuevo y actualizo mis votos del Bautismo". San Luis María se dio cuenta de que lo más grande, lo más sustancial del hombre se ha realizado en el Bautismo y lo más necesario que resulta para ese hombre de parte de sus educadores, sus padres y los que se encargan de hacerle tomar conciencia de Cristiano, es llevarle nuevamente a la pila bautismal y consagrarse. La Consagración de Montfort es primeramente renovación de la Consagración Bautismal. 

La Consagración más grande es la del Bautismo. Todo el ser, alma, cuerpo, potencias inferiores, todo cuanto es, todo queda consagrado. Desde esa Consagración Bautismal nace todo. La Confirmación no le ayudará a ninguna consagración esencial, el Orden Sagrado, que es también un Sacramento, que imprime carácter, no le añadirá nada esencial, le adaptarán para que pueda celebrar los misterios Sagrados en utilidad de la comunidad. Los otros Sacramentos, nada substancial añaden a la Consagración Bautismal. Esto hay que tenerlo muy en cuenta cuando se habla de las Consagraciones, ya estamos consagrados y antes de hacer ninguna otra Consagración, que será una Consagración accidental hay que tomar conciencia de lo que es la primera Consagración.

¿Quién Consagra? 

Sacramento del BautismoPara las Consagraciones Sacramentales, hace falta un Sacerdote, menos el Bautismo, que puede ser procurado por cualquier cristiano. Es el acto de consagración en el que el personaje consagrante puede ser cualquier hombre que le quiera bautizar, pero una vez realizado el Bautismo, las demás consagraciones, son por parte de un hombre consagrado: la confirmación, la confesión, la unción de enfermos, el matrimonio, todo será conferido por una persona consagrada, pero no es necesaria la presencia de un consagrado para renovar la consagración. Uno mismo y solo uno mismo, renueva su Consagración, puede hacerlo delante de un sacerdote pero el que se re-consagra es él mismo. Esto vale para todas las demás consagraciones no sacramentales. Si uno quiere consagrarse al Divino Corazón, a la Virgen Santísima, a quien sea, no es necesario que intervenga ningún sacerdote, puede hacerlo él mismo, tiene la Consagración substancial y son elementos accidentales los que se le añaden y puede realizar por si mismo su consagración, bien está que haya un testigo que le anime, pero el hombre se consagra fundamentalmente por sí mismo, ha concientizado las realidades Divinas y se entrega a esas realidades divinas.

La Consagración solo a Dios 

El ser creado, solamente a Dios se puede consagrar. El hombre consciente y libre puede consagrar todo el cosmos, porque el hombre tiene los tres reinos: mineral, vegetal, animal y también comparte el reino racional. Todo hombre puede realizar un acto colectivo de la especie humana (como la que realizó en 1899 Leon XIII al consagrar el mundo al Sagrado Corazón de Jesús) pero la consagración siempre es a Dios, a la Trinidad. Esa consagración total del ser humano, esa consagración total a Dios admite diferenciaciones. Dios es el Padre, por tanto uno puede consagrarse al Padre, Dios es Cristo puede uno consagrarse a Cristo, Dios es Espíritu Santo, por tanto en realidad puede uno consagrarse a las tres Personas Divinas. 

Luego vienen los objetos o realidades divinas que tienen conexión con lo Divino. En primer lugar la humanidad de Jesús. La humanidad de Jesús por la unión hipostática es digna de culto de latría y en la Consagración al Corazón de Jesús se consagra a Jesús Dios y hombre, no solamente a Dios, Dios y hombre y todas las consagraciones que tengan como objeto la persona de Jesús son posibles, por que Jesús es Dios: a Cristo Rey, al Corazón de Jesús, las diversas formas de devoción, los misterios de Jesús. 

En orden descendente, también puede uno consagrarse a realidades muy estrechamente vinculadas con la Divinidad, la Madre de Dios, no es Dios pero es Madre de Dios. Son posibles todas las consagraciones a la Virgen, porque es un ser Divino por la unión que tiene con Jesús al ser su Madre. Estas consagraciones son reales, verdaderas y posibles en todas las formas: Corazón de María, Virgen de Fátima, Virgen de Lourdes, todas las vírgenes son la Madre de Dios, son algo Divino. 

En orden descendente, hay realidades bastantes próximas a la divinidad por su Gracia Santificante, los ángeles que también tienen su posibilidad de consagración.

¿Qué es lo que se consagra? 

Se puede consagrar todo, porque todas las cosas provienen de la creación. El hombre puede consagrar todo, puede consagrar el mineral, puede consagrar el vegetal, puede consagrar el animal, puede consagrar también a los que son co-específicos suyos, a los hombres. Puede decir: Yo como miembro de la especie humana me consagro. Todo es susceptible de consagración, por eso la consagración primera de la cual he hecho referencia, la consagración de un altar, vemos que innumerables realidades materiales reciben esa consagración. Con el oro se hacen los cálices, los vasos sagrados, con la plata, con el hierro. Todo ese mineral es susceptible de Consagración y ser utilizado para servicios.

Consagraciones por Devoción 

Las Consagraciones por Devoción: a Cristo, a María, a los Ángeles, a San José, suponen primeramente una concientización. Lo que generalmente falta en la actualidad es, la concientización de la Consagración. Consagrarse no es recitar una fórmula: al Corazón de Jesús, al Corazón de María, a quien sea. La Consagración es una realidad muy grande, siempre dirigida a algo relacionado con Dios y esto supone en los casos sacramentales (Bautismo, Confirmación y Orden) que se consagre la substancia en el caso Sacramento del Bautismo, o la persona en la Ordenación y también en la Confirmación. Las otras Consagraciones son de tipo espiritual o por devoción, pero la Consagración no deja de ser una cosa sumamente importante. No se puede consagrar a cualquiera, no se puede consagrar de cualquier forma. Si no se concientiza, es una fórmula, es un vacío, por tanto, hay que insistir en el valor de la concientización, solo un ser consciente puede consagrarse, solo conscientemente uno puede consagrarse.

Consagración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María 

La Gestación en el Vientre de María, ya hemos visto que es una preparación previa, una etapa en la que la Madre nos purifica, nos limpia, nos moldea para posteriormente poder vivir en plenitud la Consagración a su Corazón, en la que acogemos su Corazón para hacernos semejantes a ella. 

En un Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María del 17 de Septiembre de 2014, la Virgen nos decía: 

Corazón Inmaculado de María« Desde hace mucho, pequeño mío, ya se había revelado que al final se suscitarán apóstoles, aquellos que llevarían la grande, nueva, única y final evangelización de la tierra. He aquí, querido hijo, que el tiempo ha llegado, tiempo de proclamar la Buena Nueva, tiempo de evangelizar, tiempo de consagrar cada alma, cada familia, cada rincón del mundo. 

No es un nuevo carisma o una nueva misión. Son aquellos que toman muy a pecho las Palabras de mi Hijo: Id y anunciad. Ellos estarán encendidos con el Fuego del Amor Divino, el celo de la Casa de Mi Padre les consume, predican a tiempo y a destiempo, llevan la Palabra de Mi Hijo como su regla de oro y su único tesoro, ayudan a los sacerdotes, ayudan a los Pastores de las almas, salen en busca de la oveja perdida, aman a Dios, aman al prójimo. Hijos conságrense a Mi Corazón, tomen a pecho los compromisos y pedidos de la Iglesia, vivan en plenitud su Bautismo y Confirmación. Por eso no importa del carisma espiritual que proceda el alma que quiera consagrarse. Lo importante es ser sal y luz del mundo donde Mi Hijo los ha puesto siendo testimonio de que por Mi Corazón se llega al Corazón de Mi Hijo. Son ustedes que traerán Mi Triunfo final, almas humildes y generosas. 

Hijos, conságrense a Mi Corazón, llevemos el Triunfo de Mi Hijo e Iglesia. Destruyamos a Satanás. 

Hijos, consagrarse a Mi Corazón Doloroso e Inmaculado significa: 
  • Hacer vida su consagración bautismal. 
  • Vivir el compromiso de su Confirmación de la fe en Mi Hijo Jesús y su Iglesia. 
  • Predicar, testimoniar y evangelizar. 
  • Ayudar a los apóstoles en la tarea de la salvación de las almas. 
  • Vivir las virtudes de la fe, esperanza y caridad, humildad, obediencia, abnegación, paz sobre todo, el sacrificio, oración, penitencia, teniendo como único programa de vida la Ley de Dios y el Evangelio de Mi Hijo. » 
Desde la aparición de la Virgen María en Fátima, donde proclamó la devoción a su Inmaculado Corazón y prometió el Triunfo de su Corazón Inmaculado, son cien años en los que a través de diversos videntes y profetas y en numerosas partes del mundo, la Virgen insistentemente está pidiendo que nos consagremos a su Corazón para poder resistir los acontecimientos de los Últimos Tiempos. Todos somos hijos suyos desde la Cruz, pero ella cuida expresamente y de forma especial de sus consagrados, porque si alguien no se acoge a Ella voluntariamente, la Virgen no puede hacer nada por él. Ese es el significado de « Madre, he ahí a tu hijo, hijo, he ahí a tu Madre. Y desde aquel día, el discípulo la recibió como suya ». El discípulo ha de aceptar a la Madre, para que Dios pueda actuar en él, si no, en esta época de confusión y oscuridad, será muy difícil resistir. 

El 3 de octubre del 2015 el Corazón Doloroso e Inmaculado de María dijo: 

« Mi Corazón Doloroso e Inmaculado es Vuestro Refugio: 

Yo vengo en estos tiempos como el Refugio de los pecadores, como Corredentora de sus almas. Mi Corazón Inmaculado es la Luz y Guía, pero sólo ilumina a las almas que se refugian en Él. Es guía porque estoy guiando a Mi Resto Fiel a la Casa de Dios pero en este caminar hay muchos peligros, obstáculos y muchas almas son alcanzadas por las tinieblas. Hijito, aférrate de Mi Mano, refúgiate en la Nueva Arca de la Alianza Eterna, Mi Inmaculado Corazón que viene a pediros la Consagración total. » 

Decía San Maximiliano Kolbe: 

« Aquellos que se entregan completamente a la Inmaculada arderán con un amor tan poderoso que les hará prender ese fuego a todo lo que está a su alrededor y causar que muchas almas ardan con ese mismo amor, así conquistarán el mundo entero y cada alma en particular para la Inmaculada. Esto lo harán lo más pronto posible. » 

La consagración es entregarnos, confiarnos al corazón de nuestra Madre, dejarnos formar, moldear, guiar y enseñar por Ella, llenarnos de sus disposiciones interiores y participar de sus Gracias. Es guardarnos dentro de Ella. Sabemos que Ella se entrega completamente a aquel que se entrega a Ella. La consagración no es simplemente una oración o un acto de devoción, es un compromiso, un estilo de vida, de obediencia, de humildad, de servicio incondicional, de apertura a los demás, de capacidad de silencio. 

Ser Conducidos desde su Corazón

El 4 de mayo de 2018 el Sagrado Corazón de Jesús nos decía: 

Corazón Inmaculado de María« Queridos hijos, mi Mamá celestial ha buscado darme a conocer y a amar, escúchenla que por haber ignorado a Mi Madre, el mundo se aleja más de Dios. No ignoren a Mi Madre, obedézcanla, Ella los quiere conducir ya no sólo de su Mano sino desde Su Corazón hacia Mí. Escucha pueblo de Dios, Yo soy Jesús y Mi Corazón les ama y deseo ser amado también. Correspondan al Amor de Dios. » 

Pero, podríamos preguntarnos. ¿Cuál es la diferencia entre ir de la mano la Virgen, y ser conducidos desde su Corazón? De la mano se sube con Ella al Calvario e introducidos en el Corazón somos introducidos al pie de la cruz como San Juan y Santa María Magdalena. Gracias a que iban de la mano de la Virgen tuvieron la fuerza para subir hasta arriba, para no negar a Jesús o esconderse como el resto de los apóstoles, sino para llegar hasta el pie de la cruz. Al pie de la cruz es cuando la Virgen los introduce en su Corazón y allí ellos son capaces de unirse con el Crucificado al igual que la Madre y convertirse en corredentores con Cristo y corredentores con la Corredentora, haciendo realidad las palabras de San Pablo en su Epístola a los Colosenses, donde hablaba de que aunque el Sacrificio de Cristo es infinito y suficiente para procurar la Redención de todo el género humano, Él ha querido completar su Pasión, con la Pasión de su Cuerpo Místico, la Iglesia. 

« Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia. » Col 1,24 

Esta Gracia especialísima solamente la puede dar la Santísima Virgen, como hizo con San Juan y Santa María Magdalena. Por esa razón, ellos son precursores e intercesores del Apostolado, tal y como afirmaba el Sagrado Corazón de Jesús el 27 de Octubre de 2017: 

« Al pie de la Cruz, no sólo estaba mi Madre, estaba mi amado Juan y María Magdalena, ellos fueron testigos de la apertura de mi Corazón, ya no sólo en Espíritu, sino también en Verdad, porque se abrió para recibirlos a todos. Juan y María, al pie de la cruz, por intercesión de mi Madre, se hicieron los Nuevos Apóstoles de Nuestros Sagrados Corazones, siguiendo el ejemplo de mi padre San José. Y ellos se entregaron para consolar, amar y reparar Nuestros Sagrados Corazones, y, por eso mismo, San Juan y Santa María Magdalena son intercesores de esta Obra de los Últimos Tiempos. Es un ejemplo a seguir para ustedes. Los dos cambiaron de vida, los dos se arrepintieron, los dos se dejaron amar y también amaron. Sigan también el ejemplo de éstos Dos Apóstoles de Nuestros Dos Corazones y dediquen su vida a consolarnos, a obedecernos y a cambiar cada día. » 

El 1 de diciembre del 2016 el Corazón Doloroso e Inmaculado de María nos indicaba: 

« Mi Corazón Inmaculado es el Consuelo de los afligidos, Mi Corazón Inmaculado es el Refugio que Mi Hijo da a la humanidad en este tiempo, es la Áncora de Salvación con la cual Mi Hijo Jesús desea rescatar muchas almas para Su Reino. Que la humanidad afligida, que Mi Ejército Mariano de Mi Remanente Fiel, en sus tribulaciones, angustias, persecución, aflicciones… encuentren en Mi Corazón Inmaculado el consuelo, la paz, la unión, la salud, la alegría y la fuerza del Espíritu de Dios. » 

El Corazón de María es refugio, es consuelo. No nos está diciendo que nos vaya a quitar cruces, sino que en su Corazón vamos a encontrar el consuelo, la fuerza, la alegría, la paz, la paciencia para poder sobrellevarlas. 

Toda persona del apostolado, sí verdaderamente lo es, está llamada a ser alma reparadora y las almas reparadoras son almas víctimas. A menudo pensamos que un alma víctima como fueron San Juan y Santa María Magdalena en su día o como el Padre Pio o San Juan Pablo II, es alguien triste, pesaroso, lleno de atroces sufrimientos pero ¿Acaso no son los santos las personas más felices, aun cuando son también los más crucificados? San Francisco de Asís, cuando fue estigmatizado decía que nunca sufrió tanto y nunca gozó tanto. Es un misterio, pero gozan de amor y de dolor. Son los más felices. Y San Juan y María Magdalena al pie de la cruz experimentan esto, por eso muy posiblemente también ellos, visible o invisiblemente fueron estigmatizados, ahí, dentro del Corazón Doloroso e Inmaculado de María. 

María no nos quita la cruz, pero nos ayuda a sobrellevarla si nos acogemos a su Corazón y nos ayuda a asociar nuestros sufrimientos, penalidades, vicisitudes, a la Pasión del Redentor. Por eso cualquier tribulación, tropiezo, sufrimiento, todo debemos ofrecerlo con amor, y si por nuestra condición pecadora no lo hacemos, nos quejamos, queremos huir de la cruz, inmediatamente pedir perdón y volver al camino.

Ser Introducidos en el Corazón de María

¿Y cómo puedo ser yo introducido en el Corazón de María? La respuesta es más sencilla de lo que parece. Lo dice Teresa de Jesús, porque esto no es cuestión de hacer grandes cosas, es cuestión de desearlo. Dice ella: 

« Me acuerdo que cuando murió mi madre tenía yo doce años de edad o poco menos, cuando yo comencé a entender lo que había perdido afligida. Me fui a una imagen de Nuestra Señora y le supliqué con muchas lágrimas que fuese mi Madre. Me parece que aunque se hizo con simpleza me ha valido, porque he hallado a esta Virgen soberana muy claramente, en cuanto me he encomendado y al fin me ha reconquistado. » 

La Santísima Virgen no va a introducirnos en su Corazón, hasta que no la acojamos en nuestra casa, porque es muy respetuosa. Tenemos que hacer como Teresa de Jesús, de pedirle a Ella: “Yo te acojo en mi corazón”. Entonces Ella, inmediatamente nos va a introducir en su Corazón Doloroso e Inmaculado. 

Además de San Juan y Santa María Magdalena, el primero que la acogió en su casa fue San José. Todos los tesoros están en el Corazón de la Madre y como San José fue introducido en el Corazón de la Madre, ¿Que se le dio? El Corazón de Jesús, Protector de los dos Corazones, Custodio de los dos Tesoros, Protector de la Iglesia, terror de los demonios y numerosos tesoros que se van descubriendo poco a poco y que él recibió en el Corazón Doloroso e Inmaculado de su Esposa. 

Santa Isabel también recibió en su casa a la Santísima Virgen y nada más hacerlo recibe la alegría, la profecía (Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre) y la santidad de su hijo en el mismo seno materno. 

Pidamos a la Santísima Virgen ser introducidos en su Corazón Doloroso e Inmaculado, con sencillez como lo hizo Teresa de Jesús. La mejor forma de hacerlo es en la comunión, tal y como puede inferirse en el Tratado de la Verdadera Devoción de San Luis María Grinion de Montfort: 

« Después de la Sagrada Comunión estando recogido interiormente y cerrados los ojos introducirás a Jesucristo en el Corazón de María, se lo entregarás a su Madre, quien lo recibirá amorosamente, lo colocará dignamente, lo amará perfectamente, lo abrazará estrechamente y le rendirá en Espíritu y verdad muchos obsequios que desconocemos a causa de nuestras espesas tinieblas (o sea lo primero entregarle una vez comulguemos el Corazón Eucarístico de Jesús a su Madre) te mantendrás mientras profundamente humillado dentro de ti mismo en presencia de Jesús que mora en María, permanecerás como el esclavo a la puerta del palacio del Rey que está dialogando con la Reina y mientras ellos hablan entre sí, dado que no te necesitan subirás en espíritu al cielo e irás por toda la tierra a rogar a las criaturas que den gracias, adoren, amen a Jesús y a María en nombre tuyo, vengan, vengan, adoremos al señor. O pedirás tú mismo a Jesús en unión de María la llegada de su Reino a la tierra por medio de su Santísima Madre o la Divina Sabiduría o el Amor Divino o el perdón de los pecados. » 

En el momento de comulgar le entregamos el Corazón de Jesús al Corazón de la Madre y en el momento que estén unidos esos dos Corazones, que están dialogando entre sí y que nosotros somos como esclavos ahí, vamos a decirle:

"María quiero consagrarme enteramente a ti, ser tuyo (Totus Tuus)."



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