10 Noviembre 2018 - Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Apóstoles de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, mi Corazón Maternal es vuestro Refugio, donde encuentran el Amor de Dios, el Abrigo del Espíritu Divino y mis Atenciones Maternales. Por eso, sean humildes y sean pequeños de corazón para que puedan entrar al Corazón de la más Humilde de las criaturas, a Mi Corazón de Madre.
Hijitos míos, deseo que comprendan que en varios lugares de la tierra y a muchas almas profetas, escogidos, el Padre me ha enviado a hablar, hablar a los hombres para que cambien, pero en mis Últimos Llamados de Amor y de Conversión la Santísima Trinidad ha dado una Gracia muy especial, para ayudar a discernir a mis hijos. Por eso, toda revelación privada que verdaderamente ha venido del Cielo, pasará por el corazón y los labios de este instrumento. El Espíritu Santo y mi Corazón Maternal asistiremos a mis apóstoles a no confundirse.
Hijitos míos, todas las oraciones que el Padre ha revelado para conseguir diversas Gracias para la humanidad se han recogido en el cenáculo de oración de nuestros Sagrados Corazones. Todo lo que el Cielo ha dicho, el Espíritu Santo lo ha dado como un epílogo final en el cenáculo de oración. Por eso, hijitos míos, oren con el corazón mis cenáculos y permitan a su Madre instruirles. En mi cenáculo de oración está contenida toda la piedad mariana, así como en mi Doloroso e Inmaculado Corazón están contenidas todas las Manifestaciones Marianas.
Hijos míos ¡escúchenme! quien escucha estos Últimos Llamados de Amor y Conversión con el corazón y los vive, no será confundido, ni por el mundo ni por falsos profetas. Escúchennos, escuchen a nuestros Sagrados Corazones. Desde este lugar santo y con mi Presencia Maternal, bendigo a todos los hombres. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Hijitos míos, deseo que comprendan que en varios lugares de la tierra y a muchas almas profetas, escogidos, el Padre me ha enviado a hablar, hablar a los hombres para que cambien, pero en mis Últimos Llamados de Amor y de Conversión la Santísima Trinidad ha dado una Gracia muy especial, para ayudar a discernir a mis hijos. Por eso, toda revelación privada que verdaderamente ha venido del Cielo, pasará por el corazón y los labios de este instrumento. El Espíritu Santo y mi Corazón Maternal asistiremos a mis apóstoles a no confundirse.
Hijitos míos, todas las oraciones que el Padre ha revelado para conseguir diversas Gracias para la humanidad se han recogido en el cenáculo de oración de nuestros Sagrados Corazones. Todo lo que el Cielo ha dicho, el Espíritu Santo lo ha dado como un epílogo final en el cenáculo de oración. Por eso, hijitos míos, oren con el corazón mis cenáculos y permitan a su Madre instruirles. En mi cenáculo de oración está contenida toda la piedad mariana, así como en mi Doloroso e Inmaculado Corazón están contenidas todas las Manifestaciones Marianas.
Hijos míos ¡escúchenme! quien escucha estos Últimos Llamados de Amor y Conversión con el corazón y los vive, no será confundido, ni por el mundo ni por falsos profetas. Escúchennos, escuchen a nuestros Sagrados Corazones. Desde este lugar santo y con mi Presencia Maternal, bendigo a todos los hombres. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
