3 Marzo 2014 - Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María

La acción del Espíritu Santo en la Santa Infancia de la Santísima Madre, la Virgen María. 

Nuestra Señora: 
Aprendan, queridos hijos, a escuchar mis Llamados y Consejos maternos. Así yo escuché y obedecía al Padre Todopoderoso que desde su Trono me instruía y enseñaba. Así como me preservó de todo pecado original, así me preservó de todo pecado en el mundo, no porque no era hija de Adán y Eva como sois vosotros, sino por la misión que me encomendó; cuidar y dar a luz, para todos vosotros, a mi Santo Hijo Jesús. Así, desde la Cruz, mi Divino Hijo me dijo: “He ahí a tu hijo”, que son todos ustedes. Así ustedes, como todo hijo, deben estar en el vientre de sus madres, así deben estar en mi Vientre para llenarse de Mí, a la vez del Espíritu Santo que habita en Mí, así serán formados y transformados en Cristo. 

El Divino Espíritu Santo actuó en mi vida, especialmente en mi pequeña infancia, guiándome, educándome, enseñándome a guardar silencio. Si supieran el valor del silencio, escucharían las divinas inspiraciones. Así Yo, guiada por el Señor, fui dejando que mi Corazón se llenara de amor por el Padre, abriéndome a su Divina Voluntad. Toda mi infancia fue un proceso de crecimiento y formación pero especialmente de preparación para el gran momento del Sí. Es aquí donde deben depositar en mi Sagrado Vientre a sus hijos para que yo les forme, pero primero debo formarles y educarles a ustedes para que sus hijos vean la Gloria del Padre, la Luz del Hijo y la Caridad del Espíritu Santo en ustedes, y estos dones sólo en mi Santo Vientre los obtendrán. 

Santa Teresita prosigue el mensaje y dice: 
Déjense guiar por mí en el caminito espiritual para acercarles más a Jesús y así sean pequeñas rosas en sus manos, y así den frutos en donde sus Divinas y Llagadas manos nos depositen. Así como yo me encontré en el Vientre de la Santa Madre para hacerme pequeña, así sean ustedes. Fórmense y ábranse a los cuidados maternos de Nuestra Señora siempre, como yo, pequeña rosa en su Jardín precioso de su Inmaculado y Purísimo Vientre, a su Doloroso e Inmaculado corazón. Las rosas que yo derramo desde el Cielo son del Jardín más precioso; el Inmaculado Vientre de la Santísima Madre. Cada rosa es una de sus excelencias y virtudes. 

Nuestra Señora: 
Víctima Santa Teresita de Lisieux fue por mi hijo Jesús para la salvación de la Iglesia y de las almas. 
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