19 Enero 2018 - Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús

¡Ven y Sígueme! Alma, Mi Sagrado Corazón está enamorado, deseoso y anhelante de tu amor. Yo te he mirado con Misericordia, te he perdonado, he curado la lepra de tu corazón, pero a veces te comportas como aquellos paralíticos que dudaban de su sanación, o como aquellos leprosos que sólo uno se acordó de agradecer.

He venido a tocar tu corazón y te he llamado, te he llamado para que me conozcas y para que te encuentres con Mi Amor Infinito.

Alma ¿que te ha detenido? tu sabes bien que te ha detenido y porque te cuesta responder a Mi Amor.

Apóstoles de Mi Corazón ¡vengan y síganme! no tengas miedo de tu Dios.

El no viene a juzgar, El viene a perdonar, porque he venido a llamar a los que más necesitan de Mi Misericordia.

¡Ven y Sígueme! y sabes que seguirme también implica renunciar, principalmente al pecado.

Las almas que no renuncian a su razón, que no se doblegan por su orgullo, que no escuchan por su soberbia, esas almas no pueden seguirme porque eso pesa sobre ellas y les impide caminar, pero las almas despojadas, confiadas, las almas que son capaces de ser humildes, ellas si pueden seguirme porque nada pesa sobre sus hombros y pueden dar bien el paso y caminar libremente.

Apóstol de Mi Corazón, nuevamente te digo, ¡Ven y Sígueme! porque aunque tú no quieras amarme, yo si quiero y necesito amarte, porque Mi naturaleza también es el Amor. Yo necesito dar Amor y cuando tú me hayas seguido, vas a dar amor.

Porque el Evangelio se resume ¡amar a Dios y amar a tu prójimo! porque en el prójimo, está la imagen de Dios. Y el mejor Evangelio que en estos Últimos Tiempos se puede seguir, no es el de la palabra, sino el de la obra, el de la práctica. Y los otros verán tu luz, la Luz que Yo te he dado y también ellos, si quieren, podrán seguirme.

Pero a ti alma ¡ven y sígueme!, derramo Mi Bendición Misericordiosa sobre toda la humanidad, desde este Mi Santuario Espiritual de los Últimos Tiempos, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



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