18 Diciembre 2014 - Llamado de Amor y Conversión del Sagrado y Agonizante Corazón de Jesús

El efecto de gracia de la oración y de Mis Palabras 
Querido hijo de Mi Sagrado Corazón, vengo ante ti a instruir tu pequeña alma, aproximando Mi Espíritu Redentor a ti. Pequeño hijo de Mi Sagrado Corazón, hoy quiero enseñarte sobre la oración, el mundo no sabe orar, no saben cómo orar. Pídanle fuerzas, guía al Paráclito que os he enviado. El Divino Espíritu Santo, les enseñará a orar. 

La oración, mi pequeño, prepara el alma como así prepara el sembrador la tierra, antes de tirar la semilla para que esta se fructífera. El Espíritu Santo actúa en su interior a medida que oran con fe y devoción. Amor a la oración es la llave para que reciban estos caudales de gracia y misericordia. A través de la oración, el Divino Espíritu Santo camina en sus almas, prepara este terreno espiritual. 

Cuando oran, mis pequeños, se vuelven pararrayos de amor y gracia para ustedes y para toda la humanidad. Antes de escucharme en las Sagradas Escrituras y en estos Sagrados Llamados de Amor y Conversión para toda la humanidad, invocad a Dios Espíritu Santo para que El habite en ustedes y así, mi pequeño, no permita que Mi Santa Palabra caiga en tierra estéril. 

El Divino Espíritu actúa en tal manera que esta tierra (esto es, mi pequeño, tu alma y tu oración de corazón) sea fructífera, fértil y productiva de tal modo, que la Sagrada Palabra esparcida no suba al Trono del Padre Eterno sin dar fruto de una abundante cosecha.

Orad, queridos hijos, para que las gracias y misericordias que derramo en sus almas den frutos. Orad así, mi pequeño, clamando Mi Espíritu: 

¡Oh Sagrado Corazón de Jesús!, enciende Mi Corazón con el Fuego de la Caridad perfecta. 

Que tu Espíritu Divino, dado a los hombres el día de Pentecostés, more en mí y haga en mi interior un espacio preparado con fervor, una tierra buena y fértil que reciba la Sagrada Semilla de Su Palabra y de Su Fruto a tiempo. 

Querida Santa Madre de Dios y Madre Nuestra, ayúdame a guardar las Sagradas Palabras de Tu Divino Hijo en mi mente, en mi alma y en mi corazón, y no suba al Reino Celestial sin haber producido una abundante cosecha de amor, paz y redención que tanto necesita el hombre, el mundo. 

En Vuestros Dos Corazones Unidos me refugio eternamente. Amén. 

Querido hijo, dile a las almas que guardan Mis Palabras que las mediten en su corazón. Que mis Sagradas Palabras os den consuelo, fortaleza, ánimo y paz en los tiempos que vendrán y sus almas y sus corazones se preparen para recibirme con la oración. Confesión y Eucaristía les mantendrán unidos a Mí. 

Ora, hijo de Mi Sagrado Corazón por Roma, Brasil, Uruguay. Amada tierra chilena, no has escuchado a Mi Madre, serás sacudida por tu desobediencia. Argentina te he bendecido y me pagas con tus pecados e ingratitudes. Ora, mi niño, por Polonia y España. 

Bajo la Fuente del Amor de Mi Sagrado Corazón sean benditos y protegidos de los días que vendrán.
No anhelen escuchar los mensajes, anhelen vivirlos y escucharlos en silencio, oración y devoción.

Mi Sagrado Corazón te ama. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

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